¿Quiénes se benefician con la producción orgánica?
La producción orgánica resulta beneficiosa no solo para los productores y consumidores sino también para el ambiente, pues se recuperan y conservan los recursos naturales.
El uso de prácticas naturales y la no utilización de químicos tóxicos resulta en la producción de un alimento más confiable para su consumo y por lo tanto para la salud. Hoy día muchos médicos prescriben el consumo de este tipo de productos, en especial cuando se trata de casos en que las personas tienen las defensas bajas o alergias inespecíficas.
Organismos especializados afirman que los productos orgánicos tienen mejores cualidades organolépticas (sabor, textura, color y olor) y que existen diferencia en el contenido de nutrientes y vitaminas, lo que significa un gran beneficio para el consumidor.
LA AGRICULTURA ORGÁNICA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
Ya que la subida global de las temperaturas y las configuraciones del tiempo se vuelven más variables, la interrelación entre el cambio climático y la agricultura resulta fundamental para entender el papel que la agricultura juega en la contribución y mitigación del calentamiento del planeta. La retención del carbono, la disminución del insumo de los recursos que dependen del combustible fósil, y el uso de las energías renovables son todas las oportunidades actuales para que la agricultura orgánica tome el camino para reducir el consumo de energía y mitigar los efectos negativos de las emisiones de la energía.
La agricultura orgánica proporciona prácticas de gestión que pueden ayudar a que los productores se adapten al cambio climático con el reforzamiento de los agroecosistemas, la diversificación de la cosecha y la producción del desarrollo ganadero, y la creación de bases de conocimiento de los productores para prevenir y enfrentarse mejor a los cambios del clima.
La FAO promueve la agricultura orgánica como enfoque alternativo que aumenta el funcionamiento de recursos renovables y mejora los flujos de nutrientes y alimentos en los agroecosistemas. Las valoraciones del ciclo de la vida muestran que las emisiones en los sistemas convencionales de producción son cada vez más altas que las de los sistemas orgánicos, que se basan en área de la producción. Las prácticas de gestión orgánica pueden evitar las emisiones de óxidos nitrosos y del metano del suelo por su uso como cultivo o como pasto de las tierras secas de turba. Muchas pruebas de campo por todo el mundo muestran que la fertilización orgánica comparada con la fertilización mineral está aumentando el carbono orgánico del suelo y, así, retiene gran cantidad de CO2 de la atmósfera al suelo. Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero para la producción de cultivos y aumentar la retención del carbono, junto con las ventajas adicionales de la biodiversidad y de otros servicios medioambientales, hacen de la agricultura orgánica un método de cultivo con muchas ventajas y con un potencial considerable para mitigar y adoptar al cambio climático.
Fuente * https://www.fao.org/organicag/oa-specialfeatures/oa-climatechange/es/